jueves, 1 de diciembre de 2016

La falta de emocionalidad en el Sector Público.

Se puede ver en el video la falta de emocionalidad en el Servicio Público:

Lo gravado en el video es un evento real y que en algún momento puede suceder en los puestos de trabajo en el sector público, no en todos es en algunos, donde no se tiene claro y se ha concientizado al personal de la importancia que se tiene al brindar los servicios públicos a los ciudadanos a quienes se deben todos los que laboran en sector gobierno.

Concientizar, observar, recabar información que permita saber cómo se está tratando a los ciudadanos que requieren de los servicios gubernamentales debe ser una labor para corregir lo que se está haciendo mal, quienes desafortunadamente no tienen otra opción para suplir la necesidad, por ser el servicio monopolio del gobierno.

Con esta información crear un plan de respuesta que permita minimizar el sentir de los usuarios que está siendo mal atendido.

Lo anterior se cumplirá en la medida que los gobiernos implementen políticas, que permitan que los ciudadanos quienes al final pagan el servicio puedan exigir se les de un mejor trato; por el momento en los centros gubernamentales se está tratando de implementar dentro de la Gestión de la Calidad, encuestas de satisfacción del cliente, las cuales arrojan una cantidad increíble de información que pueden generar acciones que lleven a mejorar tanto el ambiente laboral como el servicio a los ciudadanos quienes al final pagan los platos rotos (como dicen en mi país).

Mejorar  el servicio en las instituciones públicas debe ser una prioridad para el gobierno, quienes desafortunadamente van brindando los puestos de trabajo no por sus competencias y/o preparación profesional sino para poder cumplir promesas políticas o personales. Llegando a los puestos de trabajo Jefes que lo que verdaderamente interesa es obtener  un buen salario todos los meses y no se le presta atención o interesa la gestión pública.

Como instituciones gubernamentales no es que se tenga falta de emociones, existe un exceso de emociones difíciles de manejar con el entorno, idiosincrasia y costumbres arraigadas en el sector público, tenemos un gran reto ya que se deben romper tantos paradigmas y actuar político, en el sentido que manejan las instituciones como que fueran sus fincas con el agravante que no es su dinero el que está en juego, por lo tanto no se le brinda la importancia como si fuera su empresa privada.

El gran reto, conseguir el apoyo para crear un Sistema en donde todos estén involucrados, actuando, supervisando, mejorando el ambiente laboral y los servicios a los ciudadanos, este debería ser el fin de las instituciones públicas.

Es tiempo de evolucionar en el sector público, se requieren cambios de mentalidad, de visión, misión, valores y planificar en pro de los ciudadanos "UN EXCELENTE TRATO Y SERVICIO AL CLIENTE" (no olvidemos que nosotros también formamos parte de esos ciudadanos) comprometiéndonos a ese cambio, pero verdaderamente.

La inteligencia emocional nos hace evolucionar  y como decimos, se debe dar el paso y todo inicia con nosotros mismos.

Se reconoce que no hay  emociones malas ni buenas, sino que es la intensidad con la que las vivimos y nos hacen poder controlarlas o no.

Una emoción que he aprendido a controlar es el temor a que no cambien los hábitos actuales en la gestión pública, llevando la emoción a la esperanza, que puede cambiar y ser agente de cambio en lo personal y generacional (hijos, sobrinos, compañeros nuevos, todos aquellos que van iniciando y se pueden incluir en esta labor de cambio de paradigmas, costumbres y entorno que históricamente nos acompañan).

El pasado no se puede modificar, el presente lo hacemos y el futuro es el resultado del presente, vivamos el presente y trabajémoslo para que evolucione la inteligencia emocional.


Marta Liliam Cornejo.

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