Crear la sensibilidad social en el sector público, siendo
éste un prestador de servicios en donde se deben expresar los valores, principios y deberes de los políticos, funcionarios y empleados públicos.
La sensibilidad social en el sector público en lo
particular es “Prestar servicios basado
en valores, principios y deberes éticos apegados a la ley, en donde las
decisiones se implementen de forma eficaz, eficiente y competente, buscando un equilibrio entre cumplir los
requisitos y procesos con la mejora en el servicio y la satisfacción de los
ciudadanos al recibir dicha prestación”.
Para ser más emocionalmente equilibrado en la prestación
de un servicio público, se debe actuar con
responsabilidad, honestidad y transparencia, es decir que el actuar sea con principios de la ética pública.
Un servidor público que practica valores, principios y
deberes éticos, trabaja con responsabilidad:
aprovecha al máximo las horas de trabajo y cumple con diligencia las
obligaciones del cargo o empleo público.
Trabajar con el principio de la ética pública de transparencia es actuar de manera
accesible para que toda persona natural o jurídica, que tenga interés
legítimo, pueda conocer si las actuaciones del servidor público son
apegadas a la Ley, a la eficiencia (cumplir los objetivos
institucionales al menor costo posible), a la eficacia (utilizar los recursos del Estado de manera adecuada para
el cumplimiento de los fines institucionales) y a la responsabilidad.
Al actuar con transparencia lleva a los servidores
públicos a una rendición de cuentas
que consiste en dar cuentas de la gestión pública a la autoridad competente y
al público, realizándola en lo particular cada año o cuando se le solicite la información, sin ocultar parte de ella.
En cuanto al valor de honestidad no está plasmado como tal en la Ley de Ética, como valor
institucional ni como competencia conductual en las descripciones de puesto de
los servidores públicos, sin embargo está relacionada la honestidad con los
principios de la ética pública de justicia
(dar a cada quien lo que le corresponde, según derecho y razón), lealtad (actuar con apego a la
Constitución y a las leyes dentro del marco de sus atribuciones), decoro
(guardar las reglas de urbanidad, respeto y buena educación en el ejercicio de
la función pública) y probidad (actuar
con integridad, rectitud y honradez), Justicia
(dar a cada quien lo que le corresponde, según derecho y razón), actuar con
honestidad es un camino que lleva al servidos público al principio de legalidad, a actuar con apego a la
Constitución y a las leyes dentro del marco de sus atribuciones.
Adicionalmente en el desempeño de las funciones, los
servidores públicos deberán hacerlo con supremacía
del interés público (anteponer siempre el interés público sobre el interés
privado), igualdad (tratar a todas
las personas por igual y en condiciones similares) e imparcialidad
(proceder con objetividad en el ejercicio de la función pública).
En la Ley está establecida la responsabilidad y transparencia, así como otros principios de la ética pública, la labor ardua está en implementarla y hacerla
cumplir, desde los funcionarios hasta los empleados públicos y llevarla
hacia una responsabilidad social en donde todos estén involucrados no solamente en el actuar, sino en el sentir
y comprometidos con el sistema de responsabilidad social del sector público,
obteniendo mejor calidad de vida y un
beneficio para todos.
La responsabilidad social se puede vivir en el sector público, apoyándose
de ser necesario con otras instituciones públicas, ONG´S, empresas privadas o municipalidades para que logren alcanzar las metas
establecidas como gobierno, en cuanto a mejorar los servicios y la atención al
público, trabajando con Sistemas de Gestión de la Calidad que permita elevar el
impacto social.
Dar un servicio
de calidad debe ser el objetivo de las instituciones públicas, implementando y avanzado con Sistemas de
Gestión de la Calidad, tanto en los procesos que ya tengan certificados como en
la atención al cliente, hace falta mucho por hacer y depende de la disposición
de los servidores públicos para comprometerse con el sistema y de las altas
autoridades, funcionarios o políticos para que se dé el apoyo y orientarlo como
Política de Gestión Pública.
En esta labor ardua, entran
en juego las habilidades de la
inteligencia emocional para lograr ejecutar el servicio público con responsabilidad, sensibilidad
social y principios de la ética pública establecidos con el fin de lograr el objetivo de mejorar los servicios y la
sensibilidad en el trato a los ciudadanos.
Bibliografía
Ley de Ética Gubernamental, Tribunal de Ética
Gubernamental, El Salvador, 2012.
Marta Liliam Cornejo
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